Knowmads, TIC y educación
El futuro laboral de las nuevas generaciones es altamente incierto. La robótica se está implementando en la industria y en otras parcelas, por lo que los trabajadores del futuro tendrán que dedicarse a funciones que incluso hoy día no existen. En este nuevo marco aparece una nueva figura conocida como "Knowmad" (nómada del conocimiento y de la innovación; término acuñado por John Moravec), se trata de un tipo de profesional autónomo, freelance, emprendedor o autoempleado, que tiene unas características muy particulares. Algunas de ellas son las siguientes:
- No está limitado a una determinada edad.
- Creativo, innovador, colaborativo y motivado.
- Aprende a compartir (sin límites geográficos).
- Entiende cómo y por qué funcionan las tecnologías digitales.
- Utiliza la información y genera conocimientos en diferentes contextos.
- Creador de redes, siempre conectando a personas, ideas, organizaciones, etc.
- Es adaptable a diferentes contextos y entornos.
- Consciente del valor de liberar el acceso a la información.
- Experimenta constantemente con TIC (colaborativas).
- Aprende a lo largo de la vida (formal-informal).
- Altamente inventivo, intuitivo, capaz de producir ideas.
- No teme al fracaso.
En definitiva, un individuo que le gusta y cree en lo que hace, no tiene miedo al riesgo y prefiere cambiar de trabajo para sentirse feliz. Es también un gran conocedor de las TIC, no sólo desde el punto de vista del software y hardware, sino de sus posibilidades colaborativas y creativas. Se trata de un profesional adaptable a una sociedad líquida y fluctuante, enfrentada a la sociedad sólida de épocas anteriores. Un individuo que está continuamente hiperconectado a redes de conocimiento horizontales en las que priman lo creativo e imaginativo.
Para educar a este tipo de profesionales cualificados la escuela debe asumir sus responsabilidades, fomentando la innovación y la creatividad y empoderando a los estudiantes para que realicen prácticas con nuevas formas de aprender. Debemos, desde el uso de las nuevas tecnologías en las escuelas, promover la imaginación, la creatividad y la capacidad de innovar (mindware), fomentar la e-madurez (entendida como habilidad para identificar cómo, dónde y condo emplear las TIC, según las necesidades concretas) y ayudar a mejorar la e-competencia (que va más allá de la utilización de la tecnología, poniendo en valor el trabajo colaborativo, la innovación y el aprendizaje constante). El perfil de un trabajador que sea e-competente contempla cinco habilidades fundamentales: e-conciencia, alfabetismo tecnológico, alfabetismo informacional, alfabetismo digital y alfabetismo mediático.
El trabajador del conocimiento será el trabajador del futuro, liderando el nuevo ecosistema laboral resultante de la emergencia tecnológica actual.
Fuente: Libro "Knowmads. Los trabajadores del futuro" Autora: Raquel Roca.
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