¿Cómo motivar a nuestros alumnos?
Cuando era alumno mi principal motivación para el estudio era encontrar un trabajo con el que ganarme la vida dignamente. Estudié con becas y pude acceder a la Universidad gracias al esfuerzo de mis padres y al mío propio. Hoy día existen múltiples factores que inciden en el pensamiento negativo que tienen nuestros alumnos sobre el estudio: escuela alejada de la realidad de su entorno más inmediato, desconexión de los currículos con los contenidos que realmente necesitan los alumnos, módulos horarios obsoletos que deben cambiar, estructuras físicas de aula en las que no se fomenta el trabajo colaborativo, familias poco preocupadas por el proceso de aprendizaje de sus hijos, problemas de exclusión social, etc.
En Psicología y Filosofía, motivación son los estímulos que mueven a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación. Este término está relacionado con voluntad e interés. Según esto, los alumnos motivados son aquellos que reciben estímulos para empezar a hacer cosas y llevarlas a término comprendiendo la necesidad de aprender (no olvidemos que cuando una tarea es estimulante el tiempo pasa más rápido y de forma más placentera realizándola). Los profesores debemos ofrecer a los alumnos estímulos apropiados para que realicen tareas encaminadas al acceso al conocimiento de forma placentera (esto no quiere decir que los alumnos no realicen el plus de esfuerzo necesario).
Algunas actuaciones que se pueden llevar a cabo en el aula para estimular la motivación son:
- Comenzar las clases con una pequeña batería de preguntas relacionada con los contenidos que se quieren introducir.
- Explicar a los alumnos qué objetivos pretendemos conseguir con las distintas actividades propuestas. Los alumnos deben conocer para qué y porqué hacen las cosas.
- Proponer tareas que no sean demasiado ambiciosas, en las que todos los alumnos del aula puedan realizar alguna aportación.
- Llevar al aula informaciones extraídas del mundo real relacionadas con los contenidos (vídeos, páginas web de interés, recortes de prensa, enciclopedias que los alumnos pueden traer de casa, etc.). La idea es motivar a los alumnos con materiales que ellos mismos pueden aportar y poner en común con sus compañeros.
- Proponer tareas diversas y heterógeneas en las que los alumnos puedan desarrollar sus cualidades creativas y mejoran su autoestima.
Es obvio que para que el profesor sea un buen motivador debe tener una serie de habilidades adquiridas:
- Debe dominar las disciplinas que explica con la suficiente soltura.
- Debe tener una capacidad de liderazgo importante.
- Debe tener suficiente conocimiento de fuentes de información diversas (para ello hay que estar al día de lo que ocurre en el entorno).
- Debe tener claro los objetivos mínimos que quiere que se vean cumplidos en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
En este marco en el que la motivación en el aula es uno de los pilares de los procesos de enseñanza, las nuevas tecnologías (Internet, multimedia, Web 2.0, desarrollo web, etc) tienen mucho que aportar.
2 comentarios
Francisco José Ruiz Rey -
emilio -
En los corrillos se comentaba que aquello era "infumable", Yo tratab de esforzarme y ver los aspectos positivos y le pregunté al "gurú" de turno qué debíamos hacer para motivar a nuestros alumn@s.
Lo único que recuerdo es que su respuesta fue una evasiva: ¡ojalá hubiera dado unas pautas como las que aquí nos ofreces!
Un abrazo: emilio