Rediseñando las aulas
Las nuevas metodologías junto con las TIC están reclamando nuevas infraestructuras en las aulas que den lugar a nuevos espacios educativos. El espacio es un elemento a considerar en los procesos educativos pues influye de forma decisiva en los individuos que interactuan en los procesos. Hay individuos que aprenden mejor en espacios abiertos, otros lo hacen en bibliotecas, otros en espacios pequeños, algunos en mesas altas que les permitan ver todo, otros necesitan moverse continuamente, etc. El aula debe ser un espacio versátil y susceptible de readaptaciones a momentos educativos diferentes. En este contexto, aparecen ideas relacionadas con la arquitectura pedagógica, la acústica, los colores de las paredes, la luz, etc., que influyen decisivamente en los estados de ánimo de los alumnos y profesores. Es hora de ir pensando en clases con materiales diferentes, cristaleras, rincones de ordenadores, espacios para trabajar en grupo, espacios con videoproyector y PDI, rincones de libros, etc. También los colores de los espacios son elementos a revisar, pues quizás mejoren la disponibilidad de los integrantes de los procesos educativos. Las metodologías activas requieren de movimiento, trabajo en pequeños grupos, interactividad y colaboración, por lo que el espacio en el que esto acontece debe ser versátil y diferente al actual. Por otra parte, las cafeterías de los centros y otros espacios pueden también convertirse en lugares de intercambio de conocimiento y diálogo. También las paredes de los espacios pueden disponer de información con paneles educativos expositivos que ayuden a los alumnos a formarse. En definitiva, estamos hablando de una reflexión arquitectónica y educativa que debe ser sensible a los cambios en el mundo educativo, conformando en los centros espacios diversos con estructuras versátiles.
0 comentarios